lunes, 6 de septiembre de 2010

CON UNA FUERZA RENOVADA

TE INVITO A PEREGRINAR CONMIGO.


Estos días intensos, el dolor no tiene la última palabra, pero estos días, tiene la penúltima. No me paralizó del todo pero casi me deja sin palabras. ¡Señor Jesús! X. me está ayudando mucho en mi camino: el tuyo y el mío. Me ha hecho ver la tentación actual claramente. Me dice que no me estoy apartando de tu camino, que siga siendo tu testigo, aquí en medio de mis hermanos. La ignorancia, el pasar de mi, el no pararse a hablar más en profundidad...¡Me dice que a él le ha pasado igual! Me he quedado perpleja. Yo creía que al menos con él (un cura)  la gente de la comunidad hablaría en profundidad. Me ha fortalecido, aclarándome lo de la tentación. “El diablo, como león rugiente, busca a quien devorar.” Y yo le añadí: que resistía firme en la fe “sabiendo que nuestros hermanos en la fe también sufren”. 1 Pedro 5, 9

Ahora siento una fuerza renovada: tu llamada... es tuya. Pero la respuesta es mía y es la que me hace feliz. Seguir en este caminillo tuyo y nuestro, bien agarrada a esta cruzque no busco pero que se me da. ¡Será mi mochila! “TE BASTA MI GRACIA. EN MI DEBILIDAD ESTÁ MI FUERZA.” 2 Cor. 12, 9.
 
QUE TODOS SEAN UNO COMO TÚ PADRE EN MÍ Y YO EN TI. Jn 17, 21. 

18.10.2002

1 comentario:

Joan Josep Tamburini dijo...

Son nuestras armas. Lo que puede darnos fuerzas y resistir: la Oración, la Eucaristía y la Comunidad. Las tres forman esa Gracia de Él que nos basta...Un abrazo: Joan Josep