Algo está ocurriendo en mi interior. Me siento bien, muy bien. Serena. Confiada. Con mucha paz. Me dormí oyendo textos de M. Celeste.
En este momento siento como si me hubiera muchos kilos de encima. ME SIENTO EN TUS MANOS. Dándote y recibiendo vida a chorros. De verdad que lo único que me alimenta, lo único que me hace feliz es este camino de Evangelio. Y siento las veces que no soy esa testigo clara e irradiante que mi yo pequeño y raquítico, mi enfermedad, mi hipersensibilidad, no me dejan que Tú actúes y que sea tu testigo.
Sigo sintiéndome hermana de las hermanas. ¿Cómo se va a realizar esto? No lo sé. No quiero ser carga sino vida para los otros.
Aquí y ahora creo que empiezo a vivir un tiempo de gracia por intercesión de M. Celeste y de todos los santos.
De tanto dolor tiene que surgir RESURRECCIÓN, VIDA PARA TODOS LOS HERMANOS, VIDA PARA TODA LA CREACIÓN.
7.11.2001