HOY, camino de vida:
La fuente, la fuerza, la luz y la raíz de donde brota esta vocación es un corazón enamorado y seducido por una PRESENCIA que siempre es "mayor", que nos desborda y nos sobrepasa, que nos ama y nos envía a la humanidad.
El enamoramiento siempre es un estado de conciencia alterado. Pero EL SEGUIMIENTO DEL SEÑOR es diario. La tarea de amar y dejarnos amar, DE SER VIVA MEMORIA DE SU AMOR Y DE ANUNCIAR LA BUENA NOTICIA A LOS POBRES TAMBIÉN.
TÚ ME SEDUJISTE, SEÑOR, Y YO ME DEJÉ SEDUCIR. Jer. 20, 7
Para mí sigue siendo una fuerza grande ese SEGUNDO ENCUENTRO, llamémosle así, con Jesús.
¿Cómo una segunda llamada puede ser más fuerte o consistente que la primera? No lo sé. Debe ser cuestión de madurez y de amor. DE AMOR QUE NOS ES DADO Y QUE SÓLO SE NOS PIDE UN "SI, QUIERO", UN "SÍ, HÁGASE EN MÍ".
Eso, después de haber vivido un tiempo muy "revuelto", de mucha crisis, pero también de mucha vida, SIEMPRE SE AGRADECE... POR LA CONFIANZA QUE TODO UN DIOS DEPOSITA EN UNA PERSONA FRÁGIL Y PEQUEÑA.
¡Dios mío, gracias mil por actuar en mi pequeñez!
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