TE INVITO A PEREGRINAR CONMIGO.
Eucaristía con los hermanos-sin-techo. Fue muy interpelante. Me sentí muy cercana a su experiencia.
Señor, ¡Cuántas gracias te tengo que dar por no haber anidado en mi el rencor ni el odio! Y sí el amor y la misericordia porque tu gracia vale más que la vida. ¡Bendice alma mía al Señor y no olvides sus beneficios!
Hoy también he experimentado exclusión, marginación y soledad. Pero salí cantado: ¡Yo tengo un gozo en el alma grande! Y ¡Qué alegría vamos a la casa del Señor! Compartí la Chocolatada con nuestros Hermanos-sin-techo. Charlé con M. Nos ayudamos. También la ayudé a deshacer maletas. Me ha ayudado a reforzar el sentimiento de alegría. ¡Tú estás en medio de nosotros!
Hoy nuestro hermano me ha animado cuando me ha dicho que sigo tus pisadas (¿¿¿??? Ojalá) . Que vivo como tú, Jesús: ' Padre, por qué me has abandonado! ' y... que piso tierra. ¡Que no estoy por las nubes ni estoy loca!
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