HOY estábamos dialogando sobre la fe. Me sorprendió la postura de Jacinto. "Tú vives la fe de una forma muy radical y personal. Todo el mundo no puede vivir así. A ti se te nota que eres de Jesús. Tú vives solo de Él y para Él y los hermanos. Hay personas que somos cristianas, que compartimos los bienes con los demás y queremos ser buena gente. Pero ¡ya está! ¡Es mucho ir los domingos a la Eucaristía! -Eso me decía mientras dialogábamos sobre la Eucaristía del domingo en familia. (Todavía no ha descubierto que vivir en clave de Eucaristía y en comunidad, de Acción de Gracias, en un gran regalo y el centro de la vida de fe). Auméntanos la fe, la esperanza y el amor.
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Esta noche he visto escrito y oído en sueños. ¡NO TENGÁIS MIEDO! ¡NO TENGAS MIEDO!(¡SOY YO!). OS HE DESTINADO A QUE DEIS FRUTO Y UN FRUTO QUE DURE.
Me he levantado acordándome perfectamente de este sueño. El día anterior había estado hablando de mi vocación. ¡Soy feliz! ¡Muy feliz! Del estiércol salen flores bellas. Te he entregado todo, Señor, ¡Hasta mi vocación que es tuya! Mi cansancio, mi salud, mis dones, mi respiración, Todo mi ser. ¿Qué tengo que no haya recibido? TODO ES TUYO.
Camino en confianza y abandono porque eres mi PADRE.
Me faltan palabras para expresar nuestra unión y cariño. Como tú quiero acariciar el mundo con ternura. Acariciar a cada persona con lo que me voy encontrando en el camino me da alas...
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